domingo, mayo 20, 2007

10 años de Internet. 1ª parte

Y ya casi había olvidado el tiempo que hace que empecé a utilizar internet. 10 años se han cumplido este mes de mayo, que se dicen pronto. Cuando lo pienso incluso me da vértigo! 10 años desde que me compré un módem telefónico y me conecté desde casa. Poco antes había ido por primera vez a un cibercafé, y flipé con el tema del chat. A mis amigos les parecía una memez, eso de hablar con gente desconocida de cosas aleatorias, sin saber por qué ni para qué. Pero a mí me dio fuerte, y con este tema me gasté mucha pasta en conexión telefónica. Tanta al mes como la que gasta una familia en un pack de TV+Teléfono+Banda Ancha. O más! Pero lo pasé bien. Muy bien. Conocí a mucha gente, me fui de viaje a conocer a la gente del chat, tuve relaciones amorosas gracias a internet y fui pionero en mi panda de todas estas tecnologías que ahora ya domina cualquier mocoso. Esto no es sorprendente, porque la tecnología ya ha entrado de tal manera que cualquier enano maleducado de 14 años tiene un móvil mejor que el mío, un ordenador mejor que el mío, y una conexión 10 veces mejor que la mía en ese momento. Además de una idiotez 10 veces superior a la mía con 14 años, y 100 veces superior a la que tenía hace 10 años, pero eso ahora no viene a cuento. Lo que viene a cuento es que hace mucho tiempo que no recordaba el chat, y he descubierto archivos ultrasecretos de conversaciones grabadas en los chats que frecuentaba (IRC hispano, los comienzos), que tenía en un viejo disco duro, y que me han hecho recordar aquellos maravillosos años, parafraseando aquella maravillosa serie. En breve espero hacer una pequeña selección de alguna conversación que mantuve con tantos amigos y casi tantos enemigos. Hay verdaderas perlas... Pero eso será en mi próximo post. Mientras tanto, no puedo dejar de recomendaros otra joyita que descubrí ya hace muchos años por aquí, y que recordé hace poco: Sexy Losers.

viernes, mayo 18, 2007

La comunicación

Antes escribía cartas, tenía algunos amigos y amigas en ciudades lejanas, y me carteaba bastante. Eso hacía que soltase muchas cosas por mi boli-pistola y lo cierto es que disfrutaba. Despues me di al chat, y allí le daba al teclado-ametralladora, pero en realidad no era lo mismo... Aun así, algo escribía... Luego me pasé al cuaderno de notas, pero siempre me resultó muy frío. Escribía muy poco, menos de lo que deseaba. Era incluso más frío que el ordenador. Escribía palabras sueltas, no lograba enlazar una frase con otra. No encontraba la inspiración, no sabía qué estaba haciendo con ese papel y ese boli en las manos. A veces comenzaba una carta, con un destinatario conocido, y soltaba lineas y lineas, página tras página de sucesos, pensamientos e impresiones, y finalmente nunca salían de esos cuadernos. En realidad creo que lo mejor era hacerlo así, y que inconscientemente decidía escribir una carta para poder escribir.
La cuestión es que, según creo deducir, parece que necesito un/a lector/a, alguien que yo sepa que está al otro lado de mi mensaje. Así es como me enseñaron que se realizaba la comunicación. Emisor -> MENSAJE -> Receptor, y en medio muchas cosas que mejoran o empeoran el mensaje, que lo deterioran (ruido) o lo hacen llegar sin perder detalle (referentes). Con tantos factores de ruido, nunca supe hacer nada mejor para intentar minimizar su efecto que emplear un canal que facilitase la comunicación, esto es, intentar expresarme con la mayor claridad. Esto lo conseguí a través del medio escrito, ya que en el oral desgraciadamente no he conseguido la capacidad de expresarme con tanta claridad, ni con la fluidez que me permite la escritura. La escritura permite, siempre que el emisor ponga su empeño, y el receptor quiera, claro está, que el mensaje llegue completo, que no haya interrupción mientras se recibe, que se pueda comprobar una y otra vez para su total asimilación. También tiene sus inconvenientes, ya que por mucho esfuerzo que pongan emisor y receptor, puede que el mensaje no se entienda, por muchas vueltas que se le de, por mucho que se quiera, ya que no permite una explicación o aclaración en caso de duda. Pero para mí siempre será mi medio preferido. Aunque cualquiera sea capaz de escribir, y hacernos perder un maravilloso tiempo leyendo cualquier basura que pueda salir de una mente enferma o mentirosa, y que no pueda averiguarse hasta que ese tiempo ya haya sido consumido y montones de palabras sin sentido, o sin valor, o sin sentimiento, hayan entrado por nuestros ojos sin remedio. Por suerte, siempre podemos olvidar...

Un problema del mensaje escrito: Cuando es muy largo, si no controlas, al final ya no sabes ni lo que dices. Pero ahí queda eso!

PD.- Espero que mis escasos y fieles lectores no os ofendais cuando digo que necesito un lector, ya que, aunque sé que estais al otro lado, no os surto de mi extenso repertorio de tonterías articuladas por el lenguaje como deseais. Para vosotros escribo todo esto, aunque también sea una necesidad que tengo. De nuevo pido disculpas al mundo por no darle más de lo que puedo hacer que salga de esta mente casi herméticamente cerrada. Por la fuga algo se escapa...